Roland Garros (1888-1918), pionero de la aviación civil y epónimo del famoso torneo de tenis, capotó con su aeroplano en 1911 cuando participaba en el raid aéreo París-Madrid, cayendo al valle del Leizarán. Garrós salió ileso del accidente, y su biplano fue recuperado y transportado mediante una carreta de bueyes hasta el ferrocarril de Plazaola.
Iñaki Aguirre, estudioso de la historia de Andoain y colaborador habitual de la revista Hementxe, ha publicado un artículo dedicado al incidente de Roland Garros en el Leitzaran (en el número 95, de diciembre de 2011). A continuación copio íntegramente el artículo:
AEROPUERTO DEL LEIZARÁN (O ANDOAIN)
Nire aitari
Al igual que con el artículo del mes de junio, al asombro inicial habrá acompañado el interés por la cursiva en el sustantivo “aeropuerto”. Los lectores son muy conscientes de que el Leizarán carece de aeropuerto, de aeródromo, de helipuerto; es más, seguramente habremos evocado la accidentada orografía del valle para refrendar la imposibilidad de tales instalaciones.
Así, descartado que hablemos de un aeropuerto corriente, quizá sospechen de algún paraje pintoresco donde se practique el ala delta, aeromodelismo, cometas playeras o algo similar. Lamentablemente nada más lejos de la realidad. Aeropuerto –con cursiva– se debe al hecho de que, en 1911, las laderas del valle, más concretamente el lecho del río, fueron testigos del aterrizaje forzoso –o se estrelló...– de un avión monoplano. Al de por sí sugestivo hecho, sin mayor aditamento, se le asocia el muy conocido nombre del piloto: Roland Garros. Nombre vinculado hoy a un conocidísimo torneo tenista. Roland Garros, un simple aficionado al tenis pero amante de la aviación, nació el 6 de octubre de 1888 en Saint Denis (Francia) y, tras lo que podría definirse como una intensa vida, murió combatiendo durante la Primera Guerra Mundial en los cielos de las Ardenas, en Bélgica, en 1918. Participó –junto con el ingeniro Saulnier– en el desarrollo del sistema de disparo de ametralladora a través de la hélice del avión, más fue derribado y los alemanes mejoraron sustancialmente el invento que él ayudó a crear. Pero reanudemos el tema del Leizarán que nos ocupa.
En 1911, se celebró el Raid París-Madrid (Getafe), organizado por el diario Petit Parisien, con un recorrido de 1 170 Km (la prueba aérea de mayor distancia hasta entonces) y con un premio de 200 000 francos. Roland Garros participó con un monoplano Bleriot XI. La prueba arrancó en Issy-les-Moulineaux (cerca de París) dirección Angulema el día 21 de mayo 1. El día 23 partieron hacia San Sebastián. Garros, falto de gasolina, tuvo que aterrizar en Jaizkibel antes de alcanzar las playas de Donostia. La etapa reina de la prueba, la que da sentido a este artículo, habría de realizarse entre la playa Ondarreta y el entonces recién inaugurado aeródromo de Getafe 2 (cerca de Madrid) el día 25. Con el alba, despega Roland; pero, a escasos minutos, tiene que volver al suelo –de forma bastante violenta– en Usúrbil. Antes de partir de la playa, el motor había mostrado ya indicios de funcionamiento irregular. Reparados los desperfectos ocasionados por el aterrizaje, despega a eso de las 11:35.
Llega a Andoain y, según cuentan las crónicas, atraviesa nuestro cielo rozando la torre de la iglesia de San Martín ante numerosos andoaindarras que siguieron las pericias del aviador. Estos mismos le siguieron la pista, pues las evoluciones del monoplano anunciaban otro inminente aterrizaje forzoso. Parece que Garros se acercó hasta las proximidades de lo que hoy conocemos como la central hidroeléctrica (Iberdrola), edificio situado junto a la central municipal de Bertxin. Ante la cantidad de cableado eléctrico decidió proseguir el vuelo hasta la altura de lo que se conoce como Amasola y ahí, finalmente, se precipitó sobre las rocas del río. Los primeros que socorrieron al aviador fueron los empleados de la central del Ayuntamiento: Miguel Mari Arregui e Ignacio Uranga; en breve acudieron los empleados de la Hidroeléctrica: José Trecu, José Moleda, Antonio Goya y Manuel Gaztañaga. Se personó, también, Juan Bautista Larreta que recibiría un desaire… Roland Garros fue atendido por el médico de Leiza (según otros, de Bolivar, Bizkaia) Jose Mari Cirarda. Juan Bautista le ofreció una yegua para trasladarlo a Andoain y Garros respondió que él tenía mejores piernas que la yegua. Unas cincuenta personas colaboraron, desinteresadamente, en recuperar los restos de la avioneta que fue trasladada a la estación del ferrocarril del Norte (ahora Renfe o Adif) de Andoain en un tren especial del Plazaola que realizó dos viajes.
Una vez Garros en la central Hidroeléctrica, le mostraron el punto donde cayó aprovechando una “monografía 3” . Roland mostró interés por disponer de un ejemplar que le fue regalado por el ingeniero Tomás Peña y Goñi con la dedicatoria “Andoain (Espagne) le Mai 1911. A l´entrepide aviateur Mr. Garris en souvenir d´ un journ de “guigne” el au meme temps de chance, car él á heuressement sauré sa vie reservée surement, pour de grandes entreprisses 4”. Partió de la central, de regreso a Donosti, en un “auto” de la Cruz Roja que, ¡vaya por dónde!, tuvo un accidente, contra otro coche, en el barrio de Añorga. Es decir, si accidentada fue la travesía aérea, no menos el corto recorrido efectuado en automóvil. Se mire por donde se mire...
Iñaki Aguirre Leiceaga
Bibliografía:
Sin autor, El Pueblo Vasco, 26 de mayo de 1911, p.1.
ETXEGARAI, Karmelo, “Egalariak”, Euskal Esnalea, 30 de mayo de 1911, número 10,
pp. 133-136.
URCABE, Novedades, 28 de mayo de 1911, número 101, p. 17.
Sin autor, La Constancia, 26 de mayo, pp-1-2.
Sin autor, El Correo de Guipúzcoa, 26 de mayo, pp. 1 y 2.
1 La prueba, con una afluencia de unas 200 000 personas, tuvo un inicio
trágico. Uno de los aviones, nada más despegar, y para evitar a un grupo de
soldados a caballo, sobrevoló –impactando– la tribuna de las autoridades matando
al ministro de guerra Maurice Berteaux y dejando heridos al presidente del
Consejo Ernest Monisy y a un industrial llamado Henry Deutsch de la Meurthe.
2 462Km.
3 ¿De la central?
4 Gracias a Raúl Álvarez tenemos la traducción del texto en francés. Labor
traductora que se ha topado con lo que parece son particularismos en el texto
original, lo que dificulta una traducción rigurosa. Una translación acorde a
esta Revista podría ser: “Andoain (España), mayo de 1911. Al intrépido aviador
Sr. Garros en recuerdo de una jornada de “mala suerte” y, al mismo tiempo, de
felicidad ya que ha, afortunadamente, salvado su vida, reservada seguramente
para grandes empresas”.
Foto: Wikipedia
Referencias
(Ver Bibliografía)
Aguirre, I. (2011). “Aeropuerto del Leizarán (o Andoain)”. En: Hementxe Andoaingo aldizkaria 95. Andoain: Hementxe.
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