Xabier Cabezón

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Fábrica de pasta de papel en Olloki

En el corazón del Leitzaran guipuzcoano, en Olloki, quedan los olvidados restos de una industria que trabajó en este lugar: una pequeña fábrica de pasta de papel.

Vista general de la fábrica de Olloki
La fábrica vista desde el lado opuesto del río. Foto: Xabier Cabezón (2016)



Nombre

Durante su funcionamiento fue conocida como Fábrica de pasta de papel [de] Olloki. No parece que tuviera ningún nombre comercial.

En 1940 la empresa de Andoain Olamia S.L. (fundada en 1933) adquirió los terrenos y restos de la antigua fábrica, por lo que desde entonces se conoce popularmente como fábrica de Olamia.


Tipo de industria

Papelera. Producción de pastas de papel blanqueadas.


Situación y acceso

Coordenadas (ETRS89/WGS84 30T):
43º 10' 0.4" N , 1º 57' 34.2" W - Alt. 225 m
X. 584.580 Y. 4.779.860 Z. 225

Croquis de la zona de la fábrica de Olloki

Se encuentra en el término municipal de Elduain, en el paraje de Olloki, en la margen izquierda del río Leitzaran (a 11,5 km de su desembocadura). Está a 280 metros al sur de la ferrería de Ollokiegi, justo al norte de la presa de la ferrería, y a 130 metros al sur de la estación de Olloki del ferrocarril de Plazaola, a la par del túnel nº 50 (20) del ferrocarril.

A la fábrica se accede directamente desde la Vía Verde del Plazaola, a la altura de la antigua estación de tren. Se encuentra dentro de una finca privada.


Historia

A raíz de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se produjo en Europa un encarecimiento generalizado de materias primas, seguido por desabastecimiento en muchas ocasiones. Esto último ocurrió en el caso de las papeleras guipuzcoanas, que trabajaban con madera importada de Escandinavia.

El ingeniero y empresario donostiarra Ramón Elósegui Petit-Jean había comprado el 18/2/1912 un terreno en Olloki, situado entre la estación de tren y la presa de la ferrería de Olloquiegui, a la Sociedad de los Montazgos de Elduayen.

Ramón Elósegui proyectó en 1916 una fábrica en dicho terreno para elaborar pasta de papel blanqueada utilizando trapos como materia prima para la obtención de celulosa. Se trataba de un método ya abandonado en favor de la madera por su bajo rendimiento económico. Los promotores de la fábrica fueron sus hijos, los hermanos Elósegui Alday (Ramón, Manuel, Juan María y Rafael).

En noviembre de 1916 leemos que “será emplazada en breve una gran fábrica de papel”, y el 1/8/1917 se menciona la fábrica, que probablemente estaba ya en funcionamiento.

Llama la atención el lugar elegido para emplazar esta industria, alejado diez kilómetros del centro de población más cercano. Contaba con el ferrocarril, y sin duda la obtención de agua de la presa de Olloki tuvo que ser determinante (cabe pensar que aprovecharon alguna concesión o propiedad preexistente).

Presa de Olloki. Es la antigua presa de la ferrería.
Presa de Olloki. Foto: Xabier Cabezón (2002)

Sin embargo no se ha localizado ninguna referencia documental al agua derivada de la presa, imprescindible para los procesos de fabricación, y que necesitaba de la preceptiva concesión de uso.

La fábrica obtenía energía eléctrica mediante una pequeña central situada en la propia fábrica (primitiva central de Olloki), que tomaba sus aguas del arroyo Martingorri.

Sabemos que el 17/2/1919, tres meses después de finalizado el conflicto bélico, la fábrica ya había cesado su actividad. Tuvo, pues, una vida realmente efímera: apenas llegó al año y medio.

Como indica Víctor Placencia, «[...] no llegó a constituirse ninguna forma de sociedad para explotar el negocio.», previendo seguramente su corta duración.

A finales de los años veinte Ramón Elósegui construyó junto a los restos de la fábrica la central hidroeléctrica de Olloki, para proporcionar energía a la fábrica “Ramón Elósegui e Hijos” de Andoain, de los mismos propietarios de la fábrica de Olloki. Esa empresa pasó a ser “Olamia, S.L.” en 1933, dedicada a fabricar tableros contrachapados.

En diciembre de 1940 la fábrica, la central y los terrenos pasaron a formar parte de los bienes inmuebles de Olamia.

Hacia 1985 la empresa “Olloqui, S.A.” compró la central eléctrica con el fin de ponerla de nuevo en funcionamiento, con lo que también adquirió la fábrica y los terrenos.

Desde 2022 la finca junto con la fábrica y la central son propiedad de un particular.

Hacia 1980
Hacia 1985. Fuente: Archivo Fotográfico de la Dirección General de Patrimonio Cultural (DFG)


Producción y número de empleados

En enero de 1918, trabajando con las dos pilas holandesas originales, se producían 800 kg diarios de media (posteriormente se añadieron al menos otras dos pilas holandesas).

Se desconoce quiénes eran los clientes de esta fábrica. Como el ferrocarril del Plazaola tenía intercambio con el del Norte en Andoain, probablemente la mercancía se destinaba a empresas papeleras de la zona (Tolosaldea y Rentería).

En la fábrica trabajaban entre 25 y 30 empleados.


La fábrica

En este establecimiento industrial se elaboraba pasta de papel utilizando trapos de lino o de algodón como materia prima. Este método hacía un tiempo que ya no se utilizaba en la industria papelera, por su baja rentabilidad, y fue sustituido por la madera. Pero la ausencia de suministros madereros ocasionó que se introdujera de nuevo la producción partiendo de tela.

Para obtener la celulosa de los trapos se utilizaron las llamadas pilas holandesas. En principio se instalaron dos pilas holandesas de 5,4 metros de largo, 2,5 de ancho y altura de 85 cm. Con posterioridad a enero de 2018 se añadió otra pila similar a las anteriores, y una cuarta con la misma planta pero de 1,15 m de alto.

¿Qué es una pila holandesa?

Es un mecanismo que permite obtener celulosa mediante la trituración de trapos y tejidos en general. También puede utilizarse para refinar pasta de papel.

Consiste en dos pequeños canales longitudinales unidos por otros dos canales semicirculares que los unen por sus extremos. El conjunto forma un circuito continuo, en el que circula agua que arrastra los trapos en proceso.

En uno de los tramos rectos gira un cilindro provisto de cuchillas. En el suelo, bajo él, hay dispuestas más cuchillas. Al pasar entre las cuchillas fijas y las móviles las fibras de los trapor se van separando, liberando la celulosa.

Pila holandesa en un museo
Pila holandesa. Fuente: Museo do papel Terras de Santa Maria (Portugal)

Posteriormente se procedía al blanqueo de la celulosa obtenida, para aumentar su valor añadido.

El método utilizado era el hipoclorito sódico (NaClO). Este producto se obtenía en la propia fábrica, mediante un aparato electrolítico partiendo de cloruro sódico (NaCl) disuelto en agua, con su dispositivo de cascada y circulación de líquido hasta su concentración con su juego de barras de grafito especial. Era una fábrica electroquímica en miniatura.

Para el lejiado de la celulosa con hipoclorito también se disponía de una caldera de vapor con sus accesorios de válvula y caballo, de alimentación tubular de llama directiva mandrinada, con unos 250 kg de producción de vapor por hora.

Asociados a la caldera había un horno con su correspondiente chimenea de ladrillo.

Hay que resaltar que este procedimiento de blanqueo tuvo que ser altamente contaminante para el río, como sucedía con otras industrias papeleras.

Pila holandesa de la fábrica de Olloki
Una de las pilas holandesas de la primera planta. Foto: Xabier Cabezón (2006)

La fábrica contaba con una pequeña central hidroeléctrica, que proporcionaba tanto la energía necesaria para los procesos electrolíticos como para alimentar motores y otras tareas.

En la publicación de Víctor Placencia se detalla también el siguiente equipamiento correspondiente al estado de la fábrica en 1940):

—Diez depósitos de escurridos con sus fondos especiales de escurrido y sus canales de toma de desagüe

—Una prensa hidráulica de dos cuerpos de bomba de 100 atm., con torno central, provista de planchas de presión de 230 cm por 110 cm de superficie

—Un compresor de 30 CV con depósito regulador de presión de 2 m3

—Unos 15 metros de ejes de transmisión de 70 mm de diámetro con sus cojinetes y soportes de sujeción

La fábrica tomaba agua de la presa que abasteció a la ferrería de Olloquiegui, situada 15 metros aguas arriba.

El agua era conducida a la fábrica a la altura de la planta baja mediante un corto canal. El desagüe se realizaba en el lado oriental del edificio, por medio de un túnel que vertía directamente al río y que estaba situado bajo el suelo.

Horno y chimenea de la fábrica de Olloki
Horno y chimenea, en la segunda planta. Foto: Xabier Cabezón (2006)


Estructura física

Edificio de la fábrica

Esta descripción se basa en los restos existentes, cuyo estado de conservación es deficiente.

El edificio mide 23 x 28,5 metros, construido con mampostería y hormigón armado. El tejado, cubierto con teja plana, era a dos aguas, muy asimétrico. La quinta parte vertía hacia el monte, mientras que el resto bajaba hacia el río. La fachada principal era la que da al norte. El piso de la fábrica está aproximadamente a 2,2 metros por encima del nivel que tenía el río antes del derribo de la presa.

Croquis de la fábrica de Olloqui
Croquis de la 1ª planta occidental, y zona oriental. En azul claro, las “bañeras”. En azul oscuro, horno y chimenea de la 2ª planta.

Está dividido longitudinalmente en dos partes, la occidental (del lado del monte) y la oriental (la más próxima al río). A su vez esta última tiene dos zonas bien diferenciadas, la que llamaremos recinto sureste (recinto SE) y la zona oriental propiamente dicha.

Parte occidental

Tiene 9 metros de anchura y consta de tres plantas:

—La planta baja estaba aprovechada sólo en parte. Los dos extremos (norte y sur) estaban condenados. Hacia el sur hay una galería o túnel en pendiente, de 2 metros de ancho y 7 de fondo, que comunica con el recinto SE de la primera planta. En la zona central de esta planta baja hay una estructura con algún pasillo, difícil de precisar por el mal acceso que presenta.

—La primera planta albergaba varias maquinarias y estructuras. Entre éstas estaban las dos pilas holandesas originales, de 5,4 metros de largo, 2,5 de ancho y altura en torno a 85 cm. En su zona meridional hay un par de huecos en el suelo, de 1,55 x 0,50 y de 1,20 x 0,43 metros, que comunicaban con la galería de la planta baja.

—La segunda planta apenas ha conservado restos, por lo que es difícil conocer su contenido original. En ella se ubicaba un pequeño horno con su chimenea de ladrillo (0,9 m de diámetro exterior y 4,5 m de alto, fronteros con la zona SE), relacionado sin duda con la caldera de vapor para el blanqueado de la celulosa. También había una pila holandesa similar a las de la primera planta pero de 1,15 m de altura, añadida con posterioridad.

Fábrica Olloki - recinto SE y canal
Canal y recinto SE. Foto: Xabier Cabezón (2010)

Recinto SE

Mide 13 x 8 metros, y sus muros son de mampostería. Las paredes E y S son exteriores y dan al río Leitzaran y a la presa respectivamente, mientras que las otras dos paredes son fronteras con el resto de la fábrica. El lienzo occidental sólo tiene comunicación con la parte occidental mediante un túnel o galería ciego, mientras que la pared N dispone del único hueco de acceso con el resto del edificio.

Tenía un tejado independiente a dos aguas, que formaba ángulo recto con la cubierta del resto de la fábrica.

Se desconoce qué actividades pudo albergar esta especie de edificio adosado.

Fábrica de Olloki - Pared medianera
Pared medianera entre la zona SE y la oriental. Foto: Xabier Cabezón (2006)

Parte oriental

Tiene unas dimensiones de 13 x 20,5 metros. En la pared norte se encontraba el acceso a la fábrica, mientras que por el sur se accedía al recinto SE.

Según se deduce de los rastros de la pared S, había dos estructuras o secciones, en sentido longitudinal (N-S).

Una de ellas era adyacente a la parte occidental de la fábrica, y medía 5 metros de ancho por 2,4 de alto. Sobre su techo (o suelo de una primera planta) se había instalado una pila holandesa similar a las de la primera planta de la zona occidental. Una pared con huecos visible hoy día no perteneció a la fábrica, y fue construida posteriormente.

La otra estaba situada en el centro y tenía unos 3,5 metros de ancho y 1,7 de alto. En el resto, hasta la pared frontera con el río, no se observan vestigios, aunque los vanos existentes a media altura en la pared medianera con el recinto SE indican que sí debió de haber alguna estructura más.

Bajo el suelo de la zona oriental, adyacente al recinto SE, había un desagüe por el que se vertían directamente al río tanto las aguas sucias procedentes de los procesos industriales como las procedentes de la central hidroeléctrica.

 

Croquis vertical de la fábrica de Olloqui
Corte vertical de la fábrica, visto desde el norte

Ramal del ferrocarril

A la fábrica llegaba un corto ramal (120 metros) desde el ferrocarril de Plazaola. El desvío estaba situado junto a la estación de Olloki.

La altura de la plataforma de los vagones coincidía con el suelo de la segunda planta de la fábrica, lo que permitía cargar directamente los vagones. La descarga se hacía a la primera planta, mediante unos huecos en la parte alta de su pared que coincidían con el nivel de las vías del tren.

Desvío de tren de la fábrica de Olloki
Desvío del tren hacia la fábrica. Foto: Xabier Cabezón (2015)

Viviendas

A 90 metros de la fábrica, bajo la estación de tren, se construyó un bloque de viviendas para los operarios de la fábrica. Se trata de un edificio de 7,5 x 29 metros de dos plantas. La planta baja es de mampostería y la primera de ladrillo, con vigas y suelos de madera.

En total había 13 viviendas, dotadas de cocina y habitaciones.


Estado actual

Fábrica

A finales de los años ochenta se desmantelaron casi todas las estructuras internas del edificio, especialmente las de la zona oriental, donde prácticamente desapareció todo (incluyendo vigas y suelos).

Una pequeña zona, al norte de la parte occidental, fue acondicionada como anexo de la central subterránea.

El tejado también se desmontó totalmente, salvo en el anexo a la vecina central eléctrica.

Parte occidental

Es la que mejor se conserva, aunque está muy deteriorada.

—La estructura central de la planta baja queda tras una pared, y es difícil de visitar debido a su mal acceso.

—En la primera planta se conservan las paredes de dos pilas holandesas, y unos restos indefinidos al sur de ellas. En la zona norte hay un par de recintos pequeños con aspecto de depósitos, y el resto (unos 35 m2) corresponde al anexo a la central eléctrica y está cerrado con tabiques. Para su acceso se ha construido una escalera metálica.

Interior de la fábrica de Olloqui
Vista del interior. Abajo se ven los restos de la zona oriental. Foto: Xabier Cabezón (2006)

—En la segunda planta sólo perduran las paredes de una pila holandesa y el horno con su chimenea. Casi todas las paredes (menos la que limita con el recinto SE) son modernas, y no hay tejado. La parte N (115 m2) de esta planta está también cerrada con tabiques y habilitada para el servicio de la central eléctrica. Esta construcción está rematada por un tejado a dos aguas en la posición del tejado original.

Entre la 1ª y la 2ª planta se ha colocado una escalera metálica, junto a la pared W. Están situadas muy cerca de las escaleras que hubo originalmente.

Recinto SE

Está totalmente vacío.

Parte oriental

Sólo conserva la pared este (que da al río), la pared medianera con el recinto SE y una pequeña parte de la pared norte (la fachada). Se mantienen las marcas de las dos secciones alargadas, tanto en la pared medianera como en el suelo.

También subsiste un resto del suelo de la 1ª planta (o techo de la planta baja) de una de ellas, pegando a la mitad occidental de la fábrica, junto con las vigas que lo sujetan. Sobre este suelo o techo quedan restos de una pila holandesa. Una pared junto a las vigas, con unos huecos o escotaduras, se levantó con la fábrica ya cerrada, y no tiene relación funcional con ella.

Viviendas de los obreros de Olloki
Edificios de las viviendas de los operarios. Foto: Xabier Cabezón (2006)

Viviendas

Se encuentran en proceso avanzado de derrumbe. Ha desaparecido totalmente el tejado.


Referencias

Colaborador: Víctor Placencia Mendía

Además de las propias observaciones del autor, se han utilizado las siguientes referencias (ver Bibliografía):

Larrinaga Rodríguez, C. (1998). “Los saltos hidráulicos del río Leizaran y su contribución a la electrificación de Andoain y del País Vasco entre 1896 y 1936”. En: Leyçaur 5. Andoain: Andoaingo Udala, 196-224, p. 201.

Placencia Mendia, V. (2022). “La fábrica de pastas papeleras Olloqui, una fábrica producto de la Primera Guerra Mundial (1916-1919)”. En: Filigranes nº 12 (2022), 16-17.


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Última actualización: 07/06/2023


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